30 días a la semana

Habitas en mis sueños, extinta de mi vida, eres lucida silueta de terciopelo que corrompe lo incorrompible. Un infeliz y falso deseo de ti me aterra, acompañado por mi alergia a tu cumpleaños, el pánico a la primavera. 21 siglos de esquizofrenia me esperan por no ver estancarte en tu estatura, temor a no poder olvidarte junto con tu sonrisa que nunca pude ver. Memorias de aquel recuerdo inexistente de mi enfermedad psicosomatica de la ausencia de mi muerte, servidos con el maullar que me unió a mi musa y como postre, cierto placebo de falsa alegría que suspira en silencio. Soy aquel monstruo que creaste con tu electricidad para satisfacer tu deseo de matar con la mirada, te observo por la ventana del infierno para hacerte sentir adorada. Desvanece ahora, como el espejismo que siempre fuiste, mi castigo eterno sera probar tus labios cada noche por el resto de mi muerte por oír susurrar apenada tu repetitivo nombre.