Por una fracción de segundo
El mundo tiene sentido
Ya no me importa este mundo
Finalmente llegó el olvido
Y pensar que fue tan repentino
Y pensar que como se fue, vino
Matando a Venus obtenemos sangre nueva
Tengo que salir pronto de esta hoguera
Hay que empezar desde el punto cero
En el momento que todo parece nuevo
Puro e influenciable, la bendición de ser ingenuo
Olvidar los terrores, destrozar cada sueño
Porque con cada negación
Aumentabas mi obsesión
Mi afán de tenerte toda la eternidad
Acabó siendo sólo una banalidad
Mi deseo de que sintieras algo
Día a día me dejaba helado
No me malinterpretes, no dejo de amarte
Tendrían que pasar años y siglos sin mirarte
Te dejo mi alma y mi corazón
Tendré que encontrar uno nuevo de los dos
Buscaré en todo el universo, y te olvidaré
Eventualmente, tu canción de mi mente borraré
Cada vez que te abandono
Me pregunto si debo seguir
O volver sobre mis pasos
Y una nueva vida adquirir
Cada error intentar explicar
Para luego poder aceptar
Que somos tan humanos, tan imperfectos
Porque lo que tengo que hacer es demitificar tus defectos
Defectos que odiaba y amaba
Tu imperfección es lo que tanto me hechizaba
Fuego, deseos de arder
En la llama la consciencia perder
Me queda una vida para deshacer
A tu gusto ya no podrá ser
Me he aburrido de los dioses
De sus mitos y excesos
Empezaré a crear adioses
Para que sustituyan a los celos
Me he aburrido del tiempo
Y de la variación de su espectro
Crearé un nuevo pretexto
Para medir cada momento
Un encuentro casual con un alma afín
Querida mía, este es el fin
De la vida, de la existencia
Encontrar a alguien que llame a gritos tu escencia
Y creí encontrarlo todo, en tu rostro humano
Convertí divino algo considerado mundano
Si lo veo así, creé un milagro
Y ahora trataré de repetirlo en otro lado
Ella es un signo en tu mente
Al igual que todo lo que vez diariamente
Ella es un ser al que no le importa
Que en ella has pensado por tantas horas
Ella es un ser más en la vida
Que morirá inevitablemente cualquier día
Ella es la enfermedad que has decidido cargar
Y ha llegado el momento en el que te debes curar
El último poema para la musa de tu amor
Pero después de todo, qué es un poema si no palabras
Cartas, sonetos, elegías, canciones, libros
Son sólo palabras que no podemos decirnos
Fragmentos de sueños de los que despertamos
Antes de que la felicidad los viera consumados
Residuos para el mundo que necesita ver algo arder
Decirte sin que lo escuches que no te puedo tener
Te olvidaré, una vez más
Te olvidaré, ya lo verás
Pero esta vez no lo sentirás
Esta vez, te desmoronarás
En silencio y sin dolor
Sin ruido alguno, sin temor
Constelaciones nuevas encontraré
Y aquellas viejas, renovaré
Con un nuevo significado para cada una
Renombraré cada estrella y cada luna
Miles de soles enfriaré
Uno por uno analizaré
Y encontraré en el fin del universo
Algo a qué dedicar un nuevo verso
Un nuevo dios a partir de lo mundano
Una nueva obsesión del sentimiento vano
Tanto tiempo observando a través del vidrio
Era justo la hora de romperlo en pedazos
Para que los trozos de cristal impío
Se llevaran con mi sangre nuestros tratos
Nuestras promesas, todas rotas
Nuestras miradas, todas forzadas
Cientos de notas y cartas quemadas
Momentos y conversaciones enterradas
Congelamos el tiempo, destruimos la energía
Hicimos y deshicimos cada camino, cada vía
En el transcurso, nos encontramos noche y día
Porque sabíamos que no debíamos tomar la salida
Pero eventualmente la tomamos, de nosotros huimos
Más y más lejos, nos separamos, nos fuimos
Encontramos mejores maneras de pretender y actuar
Una salvación fingida logramos encontrar
De la naturaleza fuimos perfecta presa
Fuimos víctima de la propia eventualidad
De nuestra impaciencia encontramos certeza
Nos convertimos en nuestra respectiva debilidad
Aún siendo ajenos, seguíamos mirando nuestras almas
Palabras lejanas, nuestras más frías armas
Petrificados, sólo uno podía sobrevivir
El derecho a la vida normal te cedí
Y mi pena, en tal estado naciente
Fue nostalgia en movimiento aparente
Poco a poco consumí toda agonía
Ahora puedo sonreir ante la ironía
Tal vez me ahogue en la blanca nieve
O quizas sucumba ante la tentación
En marionetas o en fantasmas
Encontraré una nueva pasión
O alomejor encuentre un alma nueva
Que me ofrezca la eterna salvación
Ahora tus instrumentos me darán paz
Pero ya no me dirán en dónde estás
Se me acabó el para siempre, se me acabó el jamás
Me pregunto si me importa dónde acabarás
Y si me entero, no sé si me importarás...
Constante recordatorio de mi estado mortuorio
Todo lo que veía en ti era plata y oro
Adornos en maldiciones, censuras en torturas
Después de romper la charada, eres lo único que perdura
Lo único que miles de años realmente dura
Eres una humana con el beneficio divino de la duda
Ante la luz de la luna, mis pecados parecen frágiles
Resultado de engaños de miles de lenguas hábiles
Mis adversarios se ríen de mi y yo de ellos
Luchábamos para arrancar sólo uno de tus cabellos
Y al final, nos vamos con lo que llegamos aquí
Nada en las manos, nada que hable de ti
Pero si mereciéramos algún premio de tu gracia
Tendríamos que morir nuevamente, y ver qué pasa
Se acaba nuestro juego de maldiciones
Se agotan nuestras falsas bendiciones
La magia se ha ido, también la ciencia
Sobre mis creencias ya no tienes influencia
Si pudieras decirme una última palabra
Escogería no escucharla, aunque fuera una sagrada
Cuando te quemes, no te volverás cenizas
Si no un recuerdo de cada una de tus sonrisas
Cuando te ahogues, no te faltará el aire
Te faltará haber aprendido a bailar nuestro baile
Cuando mueras, tu alma a ningún paraiso irá
Primero, toda pasión en el universo destruirá
Y después, se irá a descansar
Así, nada más...